A pesar de que la palabra diástasis nos resulte poco familiar, son muchas las personas que presentan diástasis abdominal, un problema que ocurre cuando los músculos rectos del abdomen se separan por diferentes circunstancias, como haber pasado por un embarazo. Afortunadamente, existen diferentes tratamientos para combatir la diástasis.
Debido a que el recto abdominal es un músculo con importantes funciones para el cuerpo, como las de mantenernos erguidos, sostener y proteger nuestras vísceras y regular los movimientos que realizamos al respirar, inclinar el tronco, reír y flexionarnos, entre otros, trabajar este problema es esencial para tener una calidad de vida óptima.
¿Qué es la diástasis abdominal?
La diástasis es un problema que se da cuando se separan las dos partes simétricas que forman el recto abdominal, y normalmente aparece asociada a un aumento de tamaño del abdomen, como el que se da al parecer sobrepeso o pasar por un embarazo.
Como consecuencia de esta separación, el volumen del vientre aumenta, se queda flácido, pueden aparecer hernias umbilicales y se va debilitando el suelo pélvico.
Esta debilitación del suelo pélvico provoca la aparición de otras complicaciones muy molestas como la incontinencia urinaria, los prolapsos, los dolores de espalda y los problemas digestivos.
¿Por qué aparece este problema?
La diástasis abdominal suele aparecer en circunstancias en las que la presión abdominal es excesiva. El embarazo y el parto son factores de riesgo en el caso concreto de las mujeres, pero cuestiones como un aumento de peso considerable, el estreñimiento crónico, una tos persistente o los vómitos frecuentes pueden influir tanto en mujeres como en hombres.
Síntomas de la diástasis abdominal
A menudo, la diástasis abdominal es indolora y no presenta síntomas, pero algunas personas informan de problemas a la hora de realizar ciertos movimientos, malestar y un aspecto diferente del vientre.
Por lo general, una persona con diástasis abdominal puede presentar los siguientes problemas:
- Sensación de flacidez y debilidad en los músculos del estómago.
- Abombamiento en el vientre al levantar peso o realizar ciertos ejercicios y movimientos.
- Dolor en la cadera, la pelvis y/o las lumbares.
- Una postura incorrecta del tronco.
- Separación visible y palpable en el músculo recto abdominal, sobre todo al realizar un abdominal tradicional.
Cómo prevenir la diástasis de recto
La prevención de la diástasis se basa en familiarizarse en primer lugar con esta afección, y entender cuáles son sus factores de riesgo, para luego empezar a cuidar la nutrición, y fortalecer la musculatura para evitar que el problema aparezca.
- Hacer ejercicio con regularidad y tomando descansos fortalecerá la musculatura de tu abdomen para poder afrontar situaciones como el embarazo, el parto u otros problemas que puedan facilitar la aparición de la diástasis.
- Mantener una dieta saludable, sin abusar del consumo de alimentos procesados o azucarados, y abundante en vitaminas es muy beneficioso.
- Una buena postura ayudará a la pelvis y a la columna vertebral a no sufrir achaques, al igual que el fortalecimiento del suelo pélvico.
- Ante un embarazo que suponga una presión excesiva para el abdomen, se debe evitar realizar esfuerzos y se usará un cinturón que pueda reducir la presión en la faja abdominal.
Tratamientos para combatir la diástasis abdominal
Para poder diagnosticar la diástasis abdominal hay que acudir a un profesional, ya sea un médico o fisioterapeuta, que confirme la existencia del problema después de una exploración manual del abdomen.
A día de hoy, existen diferentes tratamientos y cirugías para fortalecer y reestablecer la musculatura abdominal, lumbar y pélvica, y además un especialista podrá recomendar al paciente qué hábitos practicar y cuáles abandonar para cuidar su recto abdominal.
Tratamiento con fisioterapia
Un fisioterapeuta tiene los conocimientos necesarios para poder diagnosticar este problema y pautar tratamientos, ejercicios y recomendaciones para seguir en la vida diaria. Si la diástasis abdominal no es grave, el tratamiento puede basarse en diferentes técnicas llevadas a cabo por un profesional de Fisioterapia.
- Técnicas de reeducación postural.
- Terapia manual.
- Ejercicios de contracción isométrica del abdomen.
- Ejercicios de contracción del suelo pélvico (Kegel).
- Electroterapia.
- Diatermia.
- Método de Transición a la Actividad Deportiva (TAD).
- Reeducación pelviperineal propioceptiva (5P).
- Técnicas para desbloquear el diafragma y controlar la respiración.
Gimnasia abdominal hipopresiva
En el caso de que la diástasis sea funcional pero no se hayan roto las estructuras, se recomienda la gimnasia abdominal hipopresiva. Este ejercicio ayuda en el fortalecimiento del músculo transverso del abdomen y hace que el tronco gane una mayor estabilidad, además de permitir que las estructuras recuperen su posición natural progresivamente.
Al generarse una fuerte tracción miofascial durante la realización de hipopresivos, y descongestionar el área pélvica, la pared abdominal se va reforzando y, en definitiva, recuperando su estado óptimo.
Cirugías de diástasis abdominal
Si la diástasis es grave y cursa con molestias frecuentes, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
Abdominoplastia y lipoabdominoplastia
Cuando la flacidez cutánea es tal que los tejidos ya no tienen capacidad de reafirmarse, se opta por una recuperación global y no solo funcional del área abdominal para tener un resultado óptimo también a nivel estético.
Antes de proceder con una abdominoplastia o una lipoabdominoplastia, se recomienda tonificar la musculatura y mejorar la conciencia del propio cuerpo, algo en lo que podrá ayudarte la fisioterapia. Además, después de la operación también habrá que aplicar cuidados para una mejor rehabilitación, utilizando tratamientos como la radiofrecuencia y los drenajes.
Reparación endoscópica pre-aponeurótica (REPA)
A día de hoy, también existe la opción de la cirugía mínimamente invasiva, en la que se repara la lesión provocada por la diástasis con incisiones limitadas y un procedimiento menos agresivo que en la abdominoplastia.
Cuando la diástasis ha superado los 3 cm, la zona del abdomen no va a estar sometida a grandes cambios (no se va a tener más hijos y han pasado al menos 6 meses tras el último parto) y el área abdominal ha sido trabajada con fisioterapia, se puede optar por la REPA. En cambio, si la flacidez de la piel es excesiva, es más recomendable la abdominoplastia.
Recomendaciones
Cuando se padece diástasis abdominal, existen algunos hábitos que es mejor abandonar hasta que nos encontremos recuperados.
Con la musculatura abdominal y pélvica tan debilitada, debemos evitar los abdominales convencionales, que pueden incluso empeorar la separación existe entre las dos partes del recto abdominal.
Por otro lado, se recomienda tener cuidado al practicar actividad física, no realizar posturas de torsión y evitar que el abdomen se vea sometido a demasiados esfuerzos.
Con estas recomendaciones, y una buena alimentación e hidratación, se evitará que aparezcan complicaciones.
¿Buscas un tratamiento para la diástasis abdominal?
La diástasis es un problema que puede prevenirse, y que puede trabajarse fácilmente si la tratamos a tiempo. Antes de complicar accidentalmente este problema, te recomendamos que tomes nota de nuestros consejos y acudas a un especialista para fortalecer tu musculatura.
En muchos casos, la diástasis se cura naturalmente si se siguen las indicaciones correctas y se realizan ejercicios de fortalecimiento sin esforzar en exceso el abdomen.
En Fisioterapia Alameda contamos con profesionales que podrán ayudarte y informarte sobre un tratamiento para la diástasis abdominal en Madrid.
Llámanos al 673 591 501 y háblanos sobre tu problema. ¡Te esperamos!