La incontinencia urinaria, más comúnmente denominada como pérdidas de orina, es un problema que incide en la vida diaria de muchas personas, sobre todo personas de edad avanzada que tienen el suelo pélvico debilitado. Es una patología muy incómoda y va mermando la autoestima y la seguridad en uno mismo, por eso en Fisioterapia Alameda hemos incorporado técnicas para tratarla. Atendemos tanto a hombres como a mujeres, independientemente de su edad, ¿A qué estás esperando?
La incontinencia urinaria es una pérdida reiterada e involuntaria de orina que se produce cuando la presión que se siente en la vejiga es mayor que la presión de la uretra, lo que produce un escape de orina inevitable.
Existen distintos tipos de incontinencia, y en la mayoría de los casos se debe a que la musculatura del suelo pélvico está debilitada por cambios que se han producido en el cuerpo y por la falta de fortalecimiento.
Existen distintos tipos de incontinencia urinaria, unos menores y ocasionales, y otros que suponen pérdidas moderadas de orina con mayor frecuencia.
En este caso, la orina se escapa al ejercer presión sobre la vejiga. Ocurre al toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o levantar algo pesado.
Este tipo de incontinencia puede deberse a una infección o a otro trastorno más grave, y se caracteriza por la aparición repentina de un deseo intenso de orinar, seguido de una pérdida de orina involuntaria. Quienes la padecen suelen orinar frecuentemente, incluso a lo largo de la noche.
En ocasiones, una discapacidad física o mental impide que se pueda llegar a tiempo al baño y se producen pérdidas de orina.
El goteo de orina es constante debido a que la vejiga no se vacía por completo a la hora de orinar.
Se experimenta más de un tipo de incontinencia urinaria, normalmente incontinencia urinaria por esfuerzo e incontinencia urinaria por urgencia, al mismo tiempo.
Tener una pérdida de orina puntual debido a la imposibilidad de ir al baño, o por un ataque de risa, no se considera incontinencia urinaria, sino que se convierte en patología cuando las pérdidas comienzan a ser frecuentes, incómodas y afectan a la vida diaria de la persona.
Aunque sea incómodo tratar el tema, es importante consultarlo con un experto una vez te ves obligado/a a restringir tus actividades e interacciones sociales debido a las pérdidas, cuando reducen tu calidad de vida y/o cuando su gravedad y frecuencia van en aumento.
Un profesional puede evaluar qué causa provoca la incontinencia urinaria, ya que su origen puede estar en el consumo de algunos alimentos, en malos hábitos diarios, enfermedades subyacentes o problemas en la musculatura pélvica.
Este tipo de incontinencia puede tratarse y evitarse fácilmente, simplemente teniendo cuidado a la hora de consumir sustancias que estimulan la vejiga y aumentan la producción de orina, y vigilando que no exista una infección de orina subyacente o estreñimiento.
Este tipo de incontinencia persiste y suele estar provocado por problemas de salud y circunstancias como las siguientes.
El embarazo y el parto provocan cambios hormonales, además de que debilitan el suelo pélvico. Por otro lado, el peso del propio feto puede provocar incontinencia por esfuerzo.
El envejecimiento de los músculos y la producción menor de estrógenos que se da con la llegada de la menopausia deterioran los tejidos y agravan la incontinencia.
En el caso de los hombres mayores, la glándula prostática se agranda y puede llegar a presentar cáncer. El tratamiento del cáncer de próstata también puede provocar incontinencia como efecto secundario.
Un tumor en las vías urinarias puede ocasionar incontinencia por rebosamiento al obstruir el flujo de orina, y los cálculos urinarios también pueden causar pérdidas.
Los problemas neurológicos como el párkinson, o las lesiones de médula pueden interferir en el control nervioso de la vejiga, y causar incontinencia.
– Las mujeres tienen mayor riesgo de padecer incontinencia de esfuerzo debido a que pasan por embarazos, partos y la menopausia. Además, la anatomía de sus genitales también marca la diferencia.
– Los hombres con problemas en la glándula prostática tienen más probabilidades de padecer incontinencia urinaria por urgencia y rebosamiento.
– Con la edad, el riesgo de tener pérdidas de orina aumenta ya que la musculatura pierde fuerza y se reduce la capacidad de la vejiga.
– El sobrepeso aumenta la presión sobre la musculatura pélvica, por lo que se debilita y soporta menos esfuerzos.
– Malos hábitos como el consumo de tabaco o alcohol pueden aumentar el riesgo de tener pérdidas de orina.
La incontinencia urinaria puede llegar a causar más complicaciones si no se trata en ningún momento.
Si la piel de la zona genital permanece húmeda constantemente por las pérdidas de orina, aparecen las infecciones, llagas y erupciones.
Además, las molestias causadas por la incontinencia pueden afectar a las relaciones sociales y laborales de quien la padece.
Si tienes incontinencia urinaria es importante que acudas a un centro en el que se disponga de una unidad específica de suelo pélvico, como Fisioterapia Alameda. En esta unidad, disponemos de un equipo multidisciplinar de profesionales capaces de solucionar tu problema.
No te resignes a vivir con pérdidas de orina, ni pienses que es algo normal a tu edad o con tu condición física. Es un problema que tiene solución, o al menos margen de mejora, y nosotros podemos ayudarte.
Si sufres pérdidas de orina y estás buscando una solución, no sabes qué hacer para tratar el problema o no te sientes cómodo/a hablando de ello, contáctanos.
En Fisioterapia Alameda te ofrecemos un espacio seguro y profesional en el que mejorar tu calidad de vida. Llámanos al 673 59 15 01 o envíanos un email a pilatesfisioalameda@gmail.com. Te estamos esperando en nuestro centro, situado en el Paseo de la Alameda de Osuna 76, en Madrid.
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